MENOTTISMO - BILARDISMO

César Luis Menotti

 Cigarrillo en boca, luego chupetín. Organizador y artífice del equipo de la Argentina campeona del mundial del 78 jugado en ese mismo país. El flaco Menotti es sin duda uno de los pocos entrenadores que ha dejado su legado en la “filosofía” del fútbol argentino. Esto no es nada nuevo en la mente de todos los amantes futboleros.

Menotti ha fundado una escuela al estilo de los filósofos griegos como Tales de Mileto o Sócrates. Se ha formado una dicotomía en el interior del fútbol  provocada en un principio por el propio individualismo que caracterizó siempre al argentino. El aspirar a ser el único, el elevado, a generado una controversia en el seno de nuestro tan amado “fulbo”.

Desde muy pequeño “El Flaco” sintió al deporte como su propia vida. Una de sus frases mas célebres es : “Yo nací en una cancha de fútbol”. Ha conformado el estilo de fútbol técnico e individualista que podríamos llamar: “fútbol champagne”.  Un amante de la individualidad, el defensor del clásico 10 con clase (no es casualidad que el diego, el astro mas grande que dio nuestro fútbol, debutó de la mano de él). Lo contradictorio del destino es que Maradona llegaría al punto máximo de su carrera bajo la dirección de su archirival, Carlos Salvador Bilardo, que hoy día ocupa la vereda de enfrente tanto mediática como popularmente.

 Si hay que definir a esta filosofía futbolística podemos notar distintas leyes que se repiten constantemente, no solo a la hora de mirar los partidos sino también en base a sus declaraciones:

"El arquero debe tener como base elasticidad, agilidad y coordinación neuromuscular. La combinación perfecta  "sería la de un arquero que tuviese lo mejor de Filiol y de Gatti.

"Nunca pueden estar los dos centrales en la misma línea. Donde haya dos jugadores ubicados lateralmente están atentando contra el funcionamiento del equipo".

A esto habría que sumarle la individualidad de juego, el pase a un toque, lo que seria para los brasileros el famoso: “Jogo bonito”. Firulete, buen juego, dejar correr la pelota. Lo importante es la técnica de los jugadores, la técnica por sobre la  táctica. El fútbol es sentimiento, no ajedrez. El caso que refleja el estilo que pone el sello Menottista es precisamente, como nombrábamos antes, el equipo de Argentina 78 que lo inmortalizó trayendo al país la primera copa del mundo para ese equipo. En este plantel imperó la elegancia, el buen juego.

Otra de las cosas que es irreprochable  es su voluntad de enseñar. Muchos dicen que fue un verdadero “docente del fútbol”, un ilustrado del deporte. A continuación un fragmento extraído de su libro "Fútbol - Juego, deporte y profesión"

“Hay un fútbol de derecha y otro de izquierda: El fútbol de derecha nos quiere sugerir: la vida es lucha, exige sacrificios, debemos volvernos de acero y ganar con todos los métodos. El entrenador les dice a los jugadores que para no disgustarse con el presidente del club se abstiene de decir sus ideas políticas. Obedecer y funcionar, eso es lo que quieren los del poder con respecto a los jugadores. Así van creando cada vez más tarados, los idiotas útiles que acompañan al sistema”. Y lo dice bien claro, para que no haya dudas: “Se puede idiotizar a la gente y producir mierda permanentemente, como Julio Iglesias, o se puede llevar a cabo una escenificación de Shakespeare como esa obra de arte que hizo Lawrence Olivier”.

Menotti representa la ética el ganar sin hacer trampa, representa los valores de una sociedad que hoy en día parece no encajar. El bidón adulterado, aguantar el resultado, son verdaderamente una mala palabra. Hoy en día el fútbol está evolucionando, el famoso “dos líneas de 4” deja obsoleto al rombo ofensivo con el 10 “Mesías”. A pesar de esto, Menotti fue es y seguirá siendo uno de los grandes del fútbol. tal como Sócrates, Menotti se seguirá enseñando en las escuelas y su legado quedará intacto.

 

 

Carlos Salvador Bilardo

"Antes del partido con Bélgica, comenté en la charla técnica al final de la reunión: Muchachos, mátense porque si hay algo que no puedo soportar es ver las finales por televisión" (Carlos Bilardo, 1986).

El término escuela no es subjetivo a la hora de Hablar del Dr. Carlos Bilardo. Es que él tiene varias sedes en distintas partes de Japón y EE.UU. y la verdad no resulta raro que estas dos superpotencias económicas fueran dos de los países que crecieron futbolísticamente en los últimos años.

 Bilardo le ha dado una impronta diferente a la selección argentina, que estaba acostumbrada al buen juego, la elegancia y a la técnica por sobre la táctica (Recordemos que el equipo campeón del mundo en el 86 era bastante resistido).  Lo novedoso de la filosofía bilardista es el cambio rotundo en el "modus operandi", en la manera de ver al fútbol. Lo bonito fue cambiado por lo necesario. Lo importante es ganar a cualquier costo, si era necesario atacar con uno solo, estando 2 a 1  arriba sin dudas era fácilmente sacrificar el toque y el buen fútbol.

Esta manera de ver al fútbol le dio un dramatismo propio de las películas de terror. El mundial del 86 y el mundial del 90 mayormente, fueron los torneos con mayor dramatismo en la historia futbolística argentina. A diferencia del mundial 78, en que todos los partidos fueron un “paseo”, el del 86,  fueron técnicamente verdaderas batallas no aptas para cardíacos. Los ejemplos son en su grado mayor en el 86 el partido con Inglaterra y en el 90, los cuartos de final con brasil, la semifinal con Italia, y la final con Alemania.

El cambio en el modo de interpretar el fútbol entre los dos equipos campeones fue abrupto. Los códigos futbolísticos del buen toque, pelota al pie y salir jugando fueron reemplazados por el pelotazo largo y defensa hombre a hombre. Luego de ese equipo del 86, los equipos comenzaron a preocuparse más por los resultados que por la manera de obtenerlos. Se paso, comparando con la filosofía, del idealismo platónico al fin justifica a los medios maquiavélico.

Su trayectoria como jugador también definió esta visión. El equipo de Estudiantes campeón del mundo del 68 era conocido como uno de los equipos mas “sucios” de la historia. Uno de los mitos era que los jugadores de Estudiantes llevaban agujas para desconcentrar en las pelotas paradas a los adversarios por medio de un pinchazo. También se rumorea que el apodo “pincharatas” de este equipo surge debido a lo descrito anteriormente.

La Prensa Dividida

Menottismo y Bilardismo,  fueron términos que llegaron a dividir a las propias redacciones de los diarios durante los inicios de los 80´.  Ernesto Tenembaum, periodista públicamente declarado fanático de Estudiantes, comentó alguna vez cómo él (y otros bilardistas) en la redacción de Página 12 "los periodistas políticos festejaban los goles de la selección durante el Mundial de Italia 90, mirando de cara al box de los periodistas deportivos del diario". Toda la sección deportiva, encabezada por Diego Bonadeo,  se identificaba con el Menottismo, y criticaban duramente cualquier decisión que tomara Carlos Salvador Bilardo.

Hace unos meses atrás, tras un episodio protagonizado entre el actual DT de la Selección, Alfio Basile, y un periodista de Continental,  Román Iutch se desencadenó otra pelea que devino en una pelea feroz entre dos periodistas en pleno aire. El episodio fue en el programa "Estudio Fútbol" (TyC Sports) y los protagonistas fueron Alejandro Fabbri y Horacio Pagani.  La esencia del debate también estuvo centrada en aquellas discusiones entre ambas ideologías futbolísticas. Pero será mejor que Uds. mismos lo vean.

Video 1

Esta es la versión que retrató Televisión Registrada sobre este hecho:

Video 2

Ni se pueden ni ver

Como era de esperarse, ambos percusores de estas dos filosofías contrapuestas también encarnan una encarnizada enemistad en sus vidas personales. Uno de los tantos ejemplos fue cuando ambos se encontraron casualmente en uno de los baños de el lugar donde estaban ubicados los medios de prensa durante el Mundial en Alemania 2006. Ambos trabajaban en carácter comentaristas para dos medios distintos, y el encuentro casual terminó en un enfrentamiento de puños. 

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